miércoles, 25 de febrero de 2015

SATANAS



SATANAS es la locura que está encerrada en nosotros
SATANAS es  locura que ruega por ser liberada  en cada momento de nuestras vidas de lo mas profundo de nuestras mentes animales

 SATANAS es aquello de lo que nos escondemos en la cama en las noches  es  lo que duerme silencia y paraliza cuando van a dormir

¿Puede el demonio provocar mala suerte? 

Aunque usted esté completamente convencido de que el demonio o fuerzas ocultas están provocando continuas desgracias en su vida, ha de saber que el mal que le ha sucedido forma parte de la prueba que es la vida. Somos peregrinos en este mundo y todo mal que nos sucede forma parte de esta prueba.


S A T A N Á S ...

Satanás es el jefe de todos los demonios, es la perversa “serpiente antigua” que tentó a Adán y Eva en el Edén. Su poder e influencia sobre la Humanidad es tan grande que Jesucristo lo llamó “príncipe de este mundo” y... “dios de este mundo”. Conocido como el “Padre de la Mentira”, Satanás tienta a los hombres de mil y una formas.

Los nombres y títulos de Satanás en el Nuevo Testamento

Los nombres y títulos de Satanás expresan muchas veces su esencia y las actividades que éste ejerce en relación a Dios y a los hombres. El cardenal Jorge A. Medina Estévez, nos da los siguientes dentro de una publicación suya titulada Satanás y su obra:

Diablo (Apc 12, 9; Jn 8, 44);
Demonio (Mt 7, 22; Mc 1, 34; Lc 4, 41);
Príncipe de este mundo (Jn 12, 31; 14, 30; 16, 11);
Príncipe de los demonios (Mt 9, 34; 12, 24; Mc 3, 22; Lc 15, 15);
Beelzebub (Mt 10, 25; 12, 27; Mc 3, 22; Lc 1 1, l5.18s);
Mentiroso (Jn 8, 44; 1 Jn 2, 22);
Padre de la mentira (Jn 8, 44);
Pecador desde el principio (1 Jn 3, 8);
Tentador (Mt 4, 3; 1 Tes 3, 5);
Maligno o Malo (Mt 5, 37; Jn 17, 15; 1 Jn 5, 18s; Ef 6, 16);
Espíritus inmundos o impuros (Mt 12, 43; Mc 1, 26; 9, 24; Lc 9, 42);
Homicida desde el principio (Jn 8, 44):
Señor de la muerte (Hebr 2, 14);
Dragón (Apc 12, 9);
Serpiente antigua (Apc 12, 9; ver Gen 3, 1ss);
Belial (2 Cor 6, 15);
Enemigo o Adversario (Mt 13, 39; Zac 3, 1s);
Dios de este mundo (2 Cor 4, 4);
Poder de las tinieblas (Lc 22, 53; Col 1, 13);
Seductor del mundo entero (Apc 12, 9);
Ángel de Satanás (2 Cor 12, 7).
Acusador (Apc 12, 10).

DEMONIO:

Nombre general de los espíritus malignos, ángeles caídos (expulsados del cielo). El jefe de estos ángeles rebeldes es Lucifer o Satanás (Mat 25).

"Si alguno dice que el diablo no fue primero un ángel bueno hecho por Dios, y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y que no tiene autor alguno de sí, sino que él mismo es el principio y la sustanci...a del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, sea anatema. (Concilio de Braga, 561; Denzinger 237).

"Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza, sino por albedrío." (IV Concilio de Letrán, 1215, Denzinger 427).

"La muerte de Cristo y Su resurrección han encadenado al demonio. Todo aquél que es mordido por un perro encadenado, no puede culpar a nadie más sino a sí mismo por haberse acercado a él." -San Agustín.

“Toda la vida humana, la individual y colectiva, se presenta como una lucha, y por cierto dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas”. (Concilio Vat II, Gaudium et Spes #13)

“A través de toda la Historia humana existe una dura batalla contra el poder de las tinieblas que, iniciada en los orígenes del mundo, durará, como dice el Señor, hasta el día final”. (Ibid, #37)

Acerca de los demonios:

Los demonios residen en el infierno y no gozan de los beneficios de la redención de Cristo. Los demonios, sin embargo, no perdieron su capacidad racional, sino que la utilizan para el mal. Dios les permite ejercitar influencia limitada en las criaturas y las cosas.

El demonio no es una fábula como algunos, para su desgracia, piensan. Su existencia real ha sido siempre enseñada por la Iglesia en su magisterio ordinario. Desmentir la existencia del demonio es negar la revelación divina que nos advierte sobre nuestro enemigo y sus tácticas.

Jesucristo vino para vencer al demonio y liberarnos de su dominio que se extendía por todo el mundo sin que pudiésemos por nuestra cuenta salvarnos.

Jesucristo vence al demonio definitivamente en la Cruz. La actividad del demonio en la tierra sin embargo continuará hasta el fin de los tiempos. La parusía manifestará plenamente la victoria del Señor con el establecimiento de su Reino y el absoluto sometimiento de todos sus enemigos. Mientras tanto Dios permite que vivamos en batalla espiritual en la cual se revela la disposición de los corazones y nos da oportunidad de glorificar a Dios siendo fieles en las pruebas. Ahora debemos decidir a qué reino vamos a pertenecer, al de Cristo o al de Satanás. Si perseveramos fieles a Jesús a través de las pruebas y sufrimientos, el demonio no podrá atraparnos.

Tenemos en la Iglesia todos los medios para alcanzar la gracia ganada por Jesucristo en la Cruz. Dios es todopoderoso y, si estamos en comunión con Él, no debemos temer al enemigo. Más bien debemos temer el separarnos de Dios pues sin su gracia estaríamos perdidos.

Todos los santos lucharon con valentía contra el demonio pues los sostenía la fe. Sus vidas son modelos que nos demuestran cómo vivir en el poder de Jesucristo la vida nueva.




El maligno no duerme: no durmamos tampoco nosotros con nuestra fe



PROHIBIDO CONSULTAR A LOS BRUJOS, HECHICEROS, CHAMANES, ETC., PUES ELLOS VAN CAMINO AL INFIERNO JUNTO A QUIENES LOS CONSULTAN"
DIOS prohíbe consultar a brujos, hechiceros, adivinos, magos, horóscopos y espíritus en:
Lv  19, 31: “31 No se dirijan a los brujos ni a los que llaman a los espíritus; no los consulten no sea que con ellos se manchen: ¡yo soy Yavé!”
Lv 20, 6-7: “6 Si alguno se dirige a los que consultan a los espíritus, o a los brujos para prostituirse con ellos, volveré mi rostro contra él y lo eliminaré de su pueblo. 7 Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes.”
Y en Dt 18, 10-14: “10 Que no haya en medio de ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego; que nadie practique encantamientos o consulte a los astros; que no haya brujos ni hechiceros; 11 que no se halle a nadie que se dedique a supersticiones o consulte los espíritus; que no se halle ningún adivino o quien pregunte a los muertos. 12 Porque Yavé aborrece a los que se dedican a todo esto, y los expulsa delante de ti a causa de estas abominaciones. 13 Tú, en cambio, te portarás bien en todo con Yavé, tu Dios. 14 Esos pueblos que vas a desalojar escuchan a hechiceros y adivinos, pero a ti, Yavé, tu Dios, te dio algo diferente.”
En 1917, el Santo Oficio Católico emitió una condena absoluta contra la evocación de espíritus, contra el hipnotismo y toda clase de manifestaciones espiritistas.
El Catecismo lo identifica como un pecado contra el Primer Mandamiento. Bajo el encabezamiento "adivinación y magia" el catecismo enseña:
“2117 Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aun cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.”