lunes, 16 de marzo de 2015

REVELACIONES DE SATANÁS POR ALGUNOS EXORCISMOS LO QUE MENOS LE GUSTA

lo puso en su pagina de facebook


La Confesión


“¡Qué estúpido invento! ¡Cuánto daño me hace! Me hace sufrir… Aquella Sangre de vuestro falso Dios!!! (la Sangre de Cristo que se derrama en la Confesión para limpiar de los pecados)… ¡Cómo me aplasta, cómo me destruye… lava vuestras almas y me hace escapar!!! (gritos horribles de espanto)… ¡ahh esta Sangre, esta Sangre, es mi dolor más atroz!!!. Pero… ¡¡¡he encontrado sacerdotes que no creen más en la Confesión y mandan a los cristianos a recibir al falso Dios en pecado… ¡Bien, bien, bravísimo!!!...¡Cuántos sacrilegios hago cometer!”


La Comunión




“¡¡¡Esa comida donde se come y bebe la Sangre del Crucificado que yo he matado¡¡¡Aquí me encuentro desarmado!!!. ¡¡¡No tengo fuerzas para luchar!!!. ¡Los que se alimentan de esta Carne y beben de esta Sangre se hacen fortísimos contra mí, se hacen invencibles a mis astutas seducciones y tentaciones!!!. Parecen diferentes a los otros, ya que poseen una luz especial
por la que me rechazan rápidamente y se alejan de mí y me rechazan como a un perro… ¡Qué tristeza! ¡Qué dolor! Pero yo los persigo ferozmente y muchos van a comer la hostia en pecado… ¡Qué alegría para mí!”


La adoración al Santísimo


“¡Adorar un pedazo de pan! ¡Cuántos insensatos pierden horas y horas, día y noche, de rodillas, adorando un pedazo de pan, escondido en una caja sobre el altar del falso Dios! (se refiere a la Hora de Adoración Eucarística). ¡Cuánta rabia me dan estas personas!... ¡¡¡Así destruyen todas las malas obras que hago haciendo cometer incontables sacrilegios a los cristianos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los obispos!!!. ¡Sí, cuántos sacrilegios, y son una incesante victoria mía!. Pero: ¡cuánta rabia me dan estas adoraciones irracionales!”


El Rosario


“Odio el Rosario, ese cacharro devastador y podrido de aquella Mujer (La Ssma Virgen María)!!!. El Rosario es para mí como un martillo que me destroza y corta la cabeza!!!. ¡¡¡Ahiiiiiiii!!!!!. Es la invención de los falsos cristianos, que no me obedecen y siguen a aquella Mujer. ¡Son unos falsos,
falsos.. En vez de escucharme a mí que reino en todo el mundo, estos falsos cristianos se van a rezar a aquella Mujer, mi primera enemiga con ese cacharro!!! (el Rosario). ¡Oh, cuanto mal me hacen!” (gritos de espanto)


Las apariciones de María


“El mal más grande de este tiempo son las continuas apariciones de esta Mujer en todo el mundo. En todas las naciones se aparece y me persigue, quitándome de mis manos numerosas almas, millares y millares, por oír sus falsos mensajes…Por suerte me defienden aquellos obispos y sacerdotes que no creen en Aquella innoble Señora… No creen y así atraen el caos… ¡¡¡bravo, bravo para estos apóstoles míos de la herejía!!! ¡¡¡¡ja,ja,ja,ja,ja!!!”.


El Papa


“¡¡¡Lo que mayormente me destruye es la obediencia de asnos que algunos tienen hacia aquel hombre vestido de blanco (el Papa), que manda en nombre de vuestro falso Salvador y Redentor!!!. ¡Qué burros que son, que ovejas, qué poco inteligentes!.¡Obedecer a un hombre que ama a aquella Mujer, (la Ssma Virgen María) que me persigue desde siempre! ¡Qué vergüenza! ¡Esto destroza mi reino!. Pero yo he suscitado cientos de sacerdotes, hermanos, teólogos y obispos que le hacen la guerra!!!. ¡¡¡Guerra sin fronteras a ese payaso blanco!!!. ¡¡¡Soy yo el que venceré, yo venceré!!! ¡¡¡¡ja,ja,ja,ja,ja!!!”. Lo haré morir, asesinar… le daré una muerte espantosa!!!. ¡Es muy odioso para mis seguidores, ese polaco (el Papa Juan Pablo II) que ama a la Señora…!¡ con esa propaganda que hace del Rosario de la innoble Señora como su oración preferida! ¡Qué cobarde… qué asno… me aplasta… me destruye! ¡¡¡ohohohohohohohoho!!! (gritos de espanto).


Las monjas contemplativas de clausura


“¡Me preocupan mucho aquellas siervas con la cabeza cubierta, que abandonan todo y a todos para recluirse dentro de cuatro muros y sacrificar todo lo que es bueno y bello por aquel Dios a quien solo yo he vencido!”. “¡Día y noche, ellas se mortifican, no duermen lo suficiente con vigilias y ayunos inconscientes e inconsistentes…, no duermen lo suficiente… no comen según la necesidad del apetito y el cuerpo, que reclama el alimento necesario… no hablan libremente siempre y en todas partes… silenciosas… con cara seria… llenas de tristeza, la más inhumana… rezan, cantan!…¿y por qué hacen todo este sacrificio?. ¿Por qué motivos particulares, por qué fin, con qué resultados?... La gran mayoría de ellas, por fortuna, son personas poco o casi nada inteligentes… obtusas de mente… abúlicas de voluntad, que se dejaron arrastrar por algún sacerdote descontento…¡Pobres mujeres tontas que no saben ni conocen el verdadero placer del sexo con todo el placer que da!... “¡Pobres sirvientas que no han sentido nunca las sensaciones de la carne que dan los abrazos y los besos de mis hombres!... ¡Sin embargo a cuantas hago
caer y las reduzco a una vida rutinaria, privada de todo fervor, estéril, arrojándolas a los extremos de la acedia!. Sí, debo hacer en ellas un verdadero estrago, porque de estas religiosas claustrales yo tengo terror!, ¡y qué miedo terrible!”. “¡Son mis enemigos más terribles y aguerridos, me quitan de las manos tantas almas de hombres y mujeres, de toda clase y condición!. ¡Qué enemigos tan terribles!. Cuando comienzan a rezar por la conversión de un
alma para arrancármela no se detienen e insisten una y otra vez... ¡son tenaces y obstinadas!... Pero cuando no son suficientes las largas y extenuantes oraciones a su falso Dios Crucificado, -de quien se declaran sin vergüenza sus esposas-, entonces comienzan a hacer extenuantes penitencias de todo género.. ¡Qué enemigos tengo… qué soldados de primer asalto! ¡He intentado tantas veces de disminuir las vocaciones a tan estúpida vida… pero, por desgracia todavía no he tenido éxito!... ¡Son demasiadas todavía las mujerzuelas estúpidas y tontas que viven así… aunque muchas veces ingresan profesionales con títulos académicos!”.


Los exorcistas


“Pero mis verdaderos perseguidores, los más acérrimos y feroces, son aquellos que se llaman “exorcistas”… ¡Qué horribles personajes!... ¡qué desgracia para el mundo!... Por fortuna, todavía son pocos, poquísimos, porque yo persuado a los obispos para que no los nombren, y éstos me creen y me obedecen, si bien contra el mandato de su Dios Crucificado que les dijo claramente: “Expulsad demonios en mi nombre”… ¡Qué bufones que son! ¡Lo que sucede es que estos obispos me tienen tanto, tantísimo miedo!!!. A ellos ya los poseo bajo una forma delicada, delicadísima de modo que no se dan cuenta… ¡y sin embargo los poseo!... ¡Les impulso a que impidan a los suyos que hagan exorcismos contra mí y que no permitan que se nombren exorcistas… ¡qué enemigos feroces tengo en los exorcistas!”... “Muchas veces he tenido éxito en mis venganzas y los he castigado (a los exorcistas)… a veces con bofetadas, otras con bastonazos…o bien los he atacado produciéndoles innumerables y variadas enfermedades… con frecuencia, muy graves…Pero, ¡¡¡por desgracia, no ceden, no se detienen!!!… ¡¡¡y cuando se acercan a mi presa, debo escaparme!!!... ¡Pronto o tarde, debo huir!. ¡Esas oraciones que dicen, siempre en el Nombre
de su Dios, o de la Señora, Madre del Crucificado, qué dolor terrible y qué tortura son para mí!”

El Padre Marcello Pellegrino Ernetti, (* Rocca Santo Stefano, 1925 + Venecia, 1994), fue un monje y sacerdote benedictino de la Abadía de San Giorgio Maggiore de Venecia, uno de los exorcistas más famosos que han trabajado en la zona de Venecia. También tuvo merecida fama como estudioso de música, como exegeta, como teólogo, como científico, como inapreciable
predicador de retiros y consejero espiritual.


En su libro: Catechesi di Satana1 (EDITIONI SEGNO Milano 2009 (abreviada). La edición original es del año 1993.), recomendado por el Cardenal Pío Laghi, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, y prologado por Don Gabriele Amorth, el P P Ernetti nos hace un resumen de lo que más desagrada y lo que más agrada al diablo, en base a las palabras que el mismo demonio fue confesando durante los innumerables exorcismos que Don Pellegrino hizo durante su vida.


Por tanto, estas palabras que ahora difundimos, han sido dichas por el mismo demonio por boca de los posesos, durante los exorcismos cuando se les ordenó en el nombre de Jesús que confesaran. Las palabras de los demonios fueron registradas en grabadoras por los colaboradores del padre Ernetti. Además, el valor y veracidad de este documento está corroborado, por los testigos que estuvieron presentes en dichos exorcismos y confirman estos testimonios.